Antecedentes: en las dos últimas décadas se ha visto un marcado incremento en el número de cesáreas que se practican en el mundo. Las razones de ello son de índole variada. Destaca entre otras las demandas por mala práctica, el contar con más y mejor información proporcionada por los nuevos equipos de monitoreo fetal.

En los Estados Unidos de Norteamérica, de acuerdo al informe del National Center for Health Statistics, se cuadruplicó el número de ellas en los 80's, se mantuvo durante los 90's y ha mostrado un discreta tendencia al descenso; actualmente es del 22.5%.

En los países latinoamericanos no existe un dato exacto en relación a la incidencia de este tipo de cirugía, pero de acuerdo al Fondo de las Naciones para Actividades de la Población (UNIFPA) y el Servicio de Información del Tercer Mundo creado por la ONU, parecen señalar datos semejantes.

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La Anestesia Obstétrica, es de las áreas de la moderna anestesiología en las que se expresa más la conjunción del saber con el arte (como es la Anestesia): el conocimiento de la majestuosa fisiología del ser supremo viviente que hasta el momento la raza humana conoce: la mujer en el estado de gravidez, aunado a lo místico que es la creación de un nuevo ser en el vientre de la madre.

Los años de sapiencia, habilidad y la gracia de Dios nos ha permitido poder adentrarnos superficialmente en la bioquímica de esa interrelación madre-placenta-niño; pero creo que esta capacidad para interactuar con nuestras acciones, nuestros fármacos, en ese trinomio, sólo debería estar permitido -con justicia-  para aquellos anestesiólogos que conocen, leen, estudian, se actualizan, y combinan esto, con su experiencia y su habilidad manual para introducirse con seguridad en la anatomía de la madre. Creo que ellos, los Anestesiólogos Obstetras, son una de las... Continuar leyendo