La mayoría de las personas que sobreviven al paro cardiorrespiratorio (PCR) presentan fibrilación ventricular como ritmo inicial, son presenciadas, monitoreadas y con desfibrilación precoz.
El paro de pacientes en áreas hospitalización sin monitorización no es siempre un evento súbito e impredecible, ni es normalmente debido a enfermedad cardiaca primaria, estos pacientes frecuentemente tienen un deterioro fisiológico lento y progresivo.
La enfermera y los equipos médicos de guardia deben implicarse en una política activa de prevención del PCR con la implementación de escalas sencillas de gravedad que posibiliten la detección temprana de los enfermos en riesgo.
Actualmente el abordaje de la reanimación en los hospitales se ha extendido más allá del tratamiento del PCR con los equipos que han sido sustituidos por equipos de emergencia que se activan cuando los pacientes presentan alteraciones fisiopatológícas agudas y graves. Este abordaje inicial A (Airway), B (Breathing), C (Circulation), D (Disability), E (Exposure) previene con la identificación, tratamiento precoz y efectivo las muertes, PCR e ingresos en la unidad de cuidados críticos no planificados.
Artículo: Para recuperar el trabajo completo titulado "Lineamientos Actuales en Reanimación Cardiopulmonar" (2008) dar un clic aquí.