
[Documento enviado a AMI-List por el Dr. A. Sánchez Palacios, anestesiólogo de Las Palmas de Gran Canaria, España; Hospital Insular]
Los anestésicos actuales son sumamente potentes, con múltiples efectos adversos posibles, y muchos de ellos con capacidad reconocida de ser liberadores de histamina por mecanismos químico o inmunológico. El uso frecuente de anestésicos intravenosos, la administración de múltiples fármacos en rápida sucesión y el uso de dosis bolo, aumenta el riesgo de aparición de reacción adversa (respuesta discordante con lo esperado del anestésico utilizado).
El 30 de junio de 1994, la Dirección General del Insalud, publicó las directrices para la realización de pruebas alérgicas en pacientes que iban a ser sometidos a anestesia, y el documento de consentimiento informado. Allí consta, como avala la Lex Artis, que los estudios alergológicos carecen de valor predictivo cuando se practican en personas sin antecedentes de reacción inmediata, presumiblemente achacable a uno o varios de los fármacos anestésicos estudiados. Además, la realización de estas pruebas no está exenta de riesgo para el paciente.
A pesar de lo anteriormente expuesto, la literatura médica actualizada sobre las reacciones adversas durante el acto intraoperatorio no sólo no es concluyente, sino que en ocasiones es contradictoria. Esto es especialmente cierto en lo referente a los mecanismos inmunológicos implicados, los factores de riesgo, la premedicación, los métodos diagnósticos y la prevención. En la presente revisión pretendemos unificar criterios diagnósticos, preventivos y terapéuticos.
Nota: Bajar artículo de la red. Acta Anest Reanim (Madrid), Vol.10, No.4, pag.173-183, 2000.