Artículo propiedad y publicado en la revista Anestesia Pediatrica e Neonatale, editor Dr. Darío Galante, 2009 Vol.7 No.1, Febrero. Domicilio en Internet www.anestesiarianimazione.com
A pesar de que se conocía de la existencia de las cardiopatías congénitas desde hace siglos, no fue hasta mediados del siglo XX en que fue posible la corrección quirúrgica de algunas de ellas. En las décadas del 30 y del 40 del siglo pasado, hubo intentos aislados de corregir algunos defectos. Históricamente la anestesia cardiovascular surge con el inicio de las primeras operaciones.
En 1939 el doctor Robert Gross realizó por primera vez la ligadura exitosa de un ductus arterioso (PCA) en un niño de 7 años. Esta operación marco el inicio del tratamiento quirúrgico exitoso de las cardiopatías congénitas y una nueva era dentro de la cardiología y la cirugía pediátrica.
En 1945 los doctores Alfred Blalock y Helen Taussig reportaron la creación de una anastomosis subclavio-pulmonar para mejorar el flujo pulmonar en niños con cardiopatías congénitas cianóticas. Estas operaciones se realizaron con éter y ciclopropano.
Durante el mismo año de 1945, Gross y Crafoord reportaron la reparación exitosa de la coartación de la aorta. En 1946 Potts describe la anastomosis aorto-pulmonar para aumentar el flujo pulmonar en las cardiopatías congénitas cianóticas.
En 1959 Blalock y Hanlon reportaron la creación de una comunicación ínterauricular para garantizar la mezcla de las circulaciones en la transposición de los grandes vasos (TGV) con septum intacto. Este procedimiento se lleva a cabo sin el auxilio de la circulación extracorpórea. Este procedimiento fue reemplazado por la atrioseptectomía de Rashkind y Miller, que se realiza mediante cateterismo cardíaco con menor morbilidad y mortalidad.
En 1952, Muller y Dammann describen el cerclaje de la arteria pulmonar (banding) para disminuir el flujo pulmonar en las cardiopatías congénitas con flujo pulmonar aumentado.
En 1958 Glenn describe una técnica paliativa para garantizar flujo pulmonar en los pacientes cianóticos con atresia tricúspide (AT), que se caracteriza por una circulación más fisiológica que las anteriores, con la creación de un flujo de sangre hacia los pulmones sin la adición de sobrecarga de volumen en el ventrículo sistémico, como ocurría con las derivaciones sistémico-pulmonares anteriores. La operación de Glenn es una anastomosis término-lateral de la porción distal de la arteria pulmonar (AP) derecha separada del tronco de la arteria pulmonar (TAP) con la vena cava superior (VCS), que ha sido separada de la aurícula. Este proceder paliativo confirmó los experimentos que planteaban que la presión venosa sistémica aporta una fuerza adecuada que es capaz de garantizar el flujo pulmonar.
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