Este vocablo se aplica a todo individuo de la especie humana. El origen más remoto de la palabra persona es el griego prósopon "aspecto", de donde pasó al etrusco phersu, con el significado de "ahí". A partir de esa voz, los latinos denominaron persona a las máscaras usadas en el teatro por los actores y también a los propios personajes teatrales representados.
Persona es pariente lejano de palabras de origen griego originadas en prósopon y sus derivados, tales como prosopografía y prosopopeya.
Hoy se considera vulgar el uso de la persona con el significado de "uno, la gente", según este ejemplo del siglo XV presentado por Corominas: "La naturalesa del diablo non es para fazer bien... e como falla la persona mudable más unos tiempos que otros, está presto para lo que llevar al su camino."
El vocablo latino se conservó en el portugués pessoa, en el gallego persoa, en el italiano persona, en el inglés person y también, aunque con otro significado, en el francés personne "nadie".
Una película memorable de Ingmar Bergman, con Liv Ullman y Bibi Andersson, evaluada como la más osada y experimental de ese director sueco, se tituló Persona, en referencia a la acepción latina del término, que alude a máscaras y personajes.
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