[Dr. Alberto López Bascopé (albanest@yahoo.com), anestesiólogo del Hospital Metropolitano (Grupo Angeles), de la ciudad de México]
Escribía, para AMI-List, un colega: "Femenino, 24 años, epiléptica, embarazo de 24 semanas, hematócrito 28%, TA 200/120 mmHg; el obstetra decide interrumpir el embrazo. Suspendió tratamiento antiepiléptico"…
Aquí existe un dato de vital importancia, las 24 semanas de gestación de ese nuevo ser, que desde que tuvo la dicha o la desgracia de que su madre y su padre celular (óvulo y espermatozoide) se encontraran, ha estado sometida al incesante bombardeo de sustancias extrañas, es decir, medicamentos que tomaba la madre para su cuadro epiléptico; flujos y presiones muy variables las 24 horas del día por la condición hemodinámica de la madre, un entorno bioquímico totalmente adverso hormonal y metabólico a consecuencia del cuadro "totémico" que ha ido desarrollando.
Esta situación necesariamente va poniendo a prueba la fisiología y la bioquímica del feto, y entran aquí los conceptos de la vieja rama de la ciencia que se llama Adaptología, últimamente con gran crecimiento en Rusia y sus países satélites; es decir, esa criatura se ha tenido que defender ante esa tormenta incesante de agresión, química y física, para poder sobrevivir, y por lo visto lo ha conseguido hasta ese momento, pero aquí entra, aparentemente el ginecólogo, que atribuyéndose facultades que posiblemente no le corresponden, toma la decisión de sesgar esa carrera de sobrevida en la que estaba enfrascado alma, vida y corazón ese niño, y en este punto se pueden dar dos situaciones: [continuar leyendo el documento]
1. Artículo: Efficacy of Intrauterine Resuscitation Techniques in Improving Fetal Oxygen Status During Labor. [Recuperar aquí] |