
[Documento enviado por el Dr. Ramón Eloy Perdomo Gutiérrez (perdo@infomed.sld.cu), anestesiólogo cubano, a la lista de distribución AMI-List, en agosto de 2008.
El interés de los médicos por visualizar las cuerdas vocales puede ser rastreado desde hace varios años. Existe discrepancia en cuanto a la especialidad médica que originó el interés por la visualización de la laringe, lo cual puede inclusive ser confuso, debido a que generalmente el laringoscopio se asocia con la intubación y la especialidad en anestesiología.
Sin embargo, es justo pensar que inicialmente el laringoscopio fue desarrollado como una herramienta para el otolaringólogo; luego, los grandes avances en anestesia del siglo XX hicieron que esta herramienta y su destreza de utilización fueran esenciales para el anestesiólogo.
Aunque el crédito de haber desarrollado el primer laringoscopio es motivo de controversia, a Manuel García (1805-1906), profesor de la Academia Real de Música de Londres, generalmente se le da el crédito de su invención. Motivado por el interés de visualizar las cuerdas vocales en funcionamiento, desarrolló una herramienta que utilizó dos espejos y para la cual el sol servía como fuente de luz externa. García pudo visualizar su propia laringe y tráquea durante la inspiración y la vocalización, y su descubrimiento se llamó autolaringoscopía. En 1895, Alfred Kirstein se basó en una experiencia de inserción traqueal inadvertida con un esofagoscopio, para desarrollar un laringoscopio rígido con luz transmitida, el cual se llamó autoscopio. Combinando una fuente de luz eléctrica en el mango con hojas de metal de distintas formas, la epiglotis podía elevarse para observar la glotis.
Muchas modificaciones se realizaron después que el primer autoscopio fuera descrito en 1895, lo cual llevó a mejoras en la visualización y a reducción de las complicaciones con el laringoscopio rígido. Consecuentemente, Alfred Kirstein, se ha conocido como el pionero de la laringoscopia directa. Los aparatos básicos de Kirstein y las técnicas se utilizan ampliamente en la práctica de la anestesiología y la laringología.
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